domingo, 28 de mayo de 2017

Tocar el aire
Francisco Márquez  Razo 


¡Que delicia!
Saborear el viento
cuando cruza
violento
entre mis dedos,
alucino;
un mar de viento,
un desierto de viento,
un cielo de viento,
tal vez
el abismo
sea también
un volcán de viento,
me emociona
verlo furioso
intentando penetrarnos
forzándonos
a cerrar los ojos
para conocerlo
tocarlo con la mente,
que es aire la palabra,
el viento
es el alma del verbo,
golpea nuestro rostro
corta la respiración
entra por las orejas
llora por nosotros,
nada más cálido
que el viento
cuando nos abraza
en silencio
no hacen falta palabras,
anhelante aire
buscando sanar
el corazón del hombre,
solo diluidos en aire
podremos escuchar
la melódica alma
del viento,
nos enamora el viento
hablamos solo de él,
solo en él pensamos,
felices sentenciados
a cadena perpetua,
condenados a ser parte
del viento, a vivir,
el viento
es el electrocardiograma
que nos libera
de la cárcel rutinaria
dónde nos ocultamos
presos de la ingratitud
por olvidar
que el aire moldeó el paraíso,
es el vital aliento;
padre, madre, hijo,
el viento
senda y camino
el regreso,
nosotros los rieles
cuando lo comprendamos
entonces:

¡Seremos nubes!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

  ¡Todo está bien! Francisco Márquez Razo.              Vi a un hombre acribillado en la calle, me sentí triste, después escuché...